ALCALDE, SALVE A EPM

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Por: Juan Gómez Martínez

El Acuerdo municipal que obliga a entregarle al Municipio de Medellín  un alto porcentaje de las utilidades de EPM, es algo nuevo en la vida de la ciudad. En el período anterior, 2016–2019, el municipio recibió 5.3billones de pesos como parte de las utilidades de la empresa.

A nosotros, en dos períodos, total cinco años, nos tocó gobernar sin los recursos entregados al municipio por las Empresas Públicas de Medellín, obstante se pudieron hacer obras. El Acuerdo Municipal fue aprobado en la segunda década del siglo XXI. Antes, nos teníamos que defender con los recursos ordinarios que reciben todos los municipios de Colombia. El impuesto predial, industria y comercio, cobro por valorización a los verdaderos beneficiados, impuesto de rodamiento, multas, transferencias de la Nación y otros.

Sin embargo, con esos recursos ordinarios, se hicieron obras y se han hecho en toda la historia de Medellín, a veces con la ayuda de nuestras Empresas Públicas. Ampliamos el estadio Atanasio Girardot. Aunque uno de los secretarios me dijo que no se necesitaba, porque el promedio de asistencia era del 17 % de su capacidad. Le respondí que un escenario deportivo o de espectáculos públicos no se podía hacer para el promedio porque,la mitad de las veces, no cabría el público que pretendía asistir. Hay que hacerlo para el máximo de espectadores.

Dentro del plan de parques, con EPM, construimos el Parque de la Culebra, en Guatapé, el Parque de los Salados, en el Retiro, el parque de Piedras Blancas en la represa de ese nombre, que ahora se amplió con la construcción del Parque Arví, en Guarne. Y el Parque de las Aguas, en Girardota. Los teléfonos públicos, en los barrios más pobres, los pusimos gratuitos para favorecer a esas comunidades. Todo lo anterior con el empujón de EPM.

El programa del carro tapahuecos lo adelantamos con los recursos propios y convertimos a Medellín en la ciudad de las  tramsitables.

Para el Museo de Antioquia, EPM nos vendió el edificio por un valor simbólico. Además, hicimos la Plaza Botero con recursos propios. Las Empresas Públicas hicieron el Parque de los Pies Descalzos y el museo de la Ciencia con sus recursos. Es decir, nos complementábamos y EPM nos daba buenos empujones. Nunca pedimos parte de las utilidades. Cuando las Empresas modernizaron sus equipos, nos vendió los computadores por el valor en libros y, con ellos, dotamos los colegios públicos. Este fue el inicio del programa nacional Computadores para Educar. Luis Pérez, depués, importó doscientos mil computadores para reforzar el programa en Medellín. El 123, número único de emergencias, lo hicimos sin ayuda de nadie. Lástima que ahora la gente se tiene que aprender de memoria como treinta números únicos de emergencia.

Alcalde, si no quiere que las Empresas entren en bancarrota, como usted dice, haga un sacrificio y derogue, con el Concejo, el acuerdo que le entrega buena parte de las utilidades. Muestre altura y amor por Medellín  y por sus Empresas Públicas ■

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