Sucesos Metropolitanos

Main Menu

  • Inicio
  • Quienes Somos
  • Últimos Sucesos
  • Noticias
    • Medellín
    • Antioquia
    • Nacionales
    • Internacionales
  • Columnistas
  • Otras
    • Ciencia
    • Cultura
    • Deporte
    • Derecho
    • Economía
    • Educación
    • Empredimiento
    • Gobierno
    • Medio ambiente
    • Salud
    • Política
    • Tecnología

logo

Sucesos Metropolitanos

  • Inicio
  • Quienes Somos
  • Últimos Sucesos
  • Noticias
    • Medellín
    • Antioquia
    • Nacionales
    • Internacionales
  • Columnistas
  • Otras
    • Ciencia
    • Cultura
    • Deporte
    • Derecho
    • Economía
    • Educación
    • Empredimiento
    • Gobierno
    • Medio ambiente
    • Salud
    • Política
    • Tecnología
  • ¡Otra visión del Llano!

  • “Clientelistas y bodegueros”: Roy Barreras hizo rabieta para defender reforma política

  • Medellín inicia cursos sobre metaverso, tecnologías 4.0 y poder de los datos, para fortalecer competencias digitales en sus ciudadanos

  • En asamblea de accionistas, Plaza Mayor reportó un incremento histórico del 39 % en sus ingresos de 2022

  • Medellín es uno de los 50 mejores lugares del mundo para visitar en el 2023, según la Revista Time

  • EL PROCESO DE PAZ CON EL ELN: HACIA LA CONSTITUYENTE PETRISTA

  • Estos son los cambios que trae la reforma laboral

  • Corantioquia celebró decisión de MinAmbiente de recular en resolución que levantó los ánimos en el Suroeste

  • UN TRÁMITE EXIGENTE

  • Sobre la reforma a la salud

  • MÁS ALLÁ DE LA POLARIZACIÓN

  • ¿Cómo nos va a cambiar la vejez a todos con la reforma pensional? Le explicamos

  • Crece la deforestación en el Nordeste y Bajo Cauca antioqueño

  • Corantioquia !CONTIGO!

  • El Banco de los Pobres ahora es el Banco Distrital de Medellín

ColumnistasOpiniónÚltimos Sucesos
Home›Columnistas›IGUALITO A VENEZUELA

IGUALITO A VENEZUELA

By SucesosMetropolitanos
diciembre 13, 2021
657
0
Share:
Mi error, lo pienso ahora, fue no haber leído la ley, que era muy clara. Decía “abrá cárcel para los periodistas que nos difamen e injurie [sic]”, así, sin concordancias y sin hache, lo cual demostraba que la había redactado un congresista de su puño y letra, muy probablemente de un partido afín al Gobierno: algún personaje de esos que no escriben la hache porque, a diferencia de Martha Lucía Ramírez, es muda. 

No leí la ley, digo, y por eso seguí escribiendo columnas como si nada. Columnas de pretendida sátira política que caían en el mal gusto, muchas veces, de meterse con el aspecto físico de algunos líderes nacionales. No voy a decir que del doctor Duque, porque sería incapaz: como él. Pero sí con el del honorable César Lorduy, por ejemplo; aquel congresista cuyo aspecto me recuerda a Pachito Santos, porque, como alguna vez escribí, comparten idéntica capul: una suerte de peinado muy propio de los cómicos que se logra poniendo una totuma en la cabeza del personaje y recortando los sobrantes de pelo. 

Habrá sido aquella comparación la que desató la escena de terror que padecí en la madrugada, cuando golpearon la puerta.

—¡Abra, olgazán: es la Policía! -gritó un agente, sin la hache.—¿Y cómo sé que es la Policía? -dije.—Por nuestro nuevo uniforme.

A través del ojo mágico de la puerta observé que era cierto: había cuatro o cinco agentes recién uniformados. 

—Permítanme ver su código.—¡

No creemos en los códigos, periodista: abra!—

El código QR, agente…

No había terminado de decirlo cuando ya habían tumbado la puerta. Me quedé inmóvil, como defensa de Llaneros FC. Un sargento rollizo y de pelo grasoso, parecido al del congresista Lorduy, precisamente, me estiró la orden de captura y una fotocopia de la ley. 

—Pero esta ley es como yo: descabellada

—dije, para ablandarlo con un chiste.

Pero fue peor. Dos agentes me sacaron a rastras, sin siquiera permitirme despedir de mi mujer y de mis hijas, y me llevaron a empellones a una furgoneta donde estaban Matador y un par de periodistas más, todos esposados.

—Casi no sale, usted se demora hasta para eso

—me dijo Matador. Nos llevaron a las caballerizas de Usaquén. Allí habían acondicionado algunas pesebreras para encerrarnos. La nuestra parecía un gallinero: tenía paja abundante, como la de nuestro propio trabajo, y un bombillo desnudo que iluminaba a media luz. Hacía frío, pero Tola y Maruja nos calentaban con su vaho, como su estuviéramos en el mismísimo pesebre del Niño Jesús, y gracias a ellas todos logramos conciliar el sueño (incluso Fernando Vallejo, que se había quejado todo el día de que lo hubieran asignado a la celda de los cómicos que, según él, no deben reproducirse). 

Cuando, en la mañana siguiente, nos ordenaron en fila para reclamar la aguapanela del desayuno, pudimos observar el resto del campamento. Era evidente que los periodistas de investigación llevaban la peor parte. Alcancé a ver a Juan Miguel Hernández, el de  El Espectador que hizo público el plagio cometido por Jennifer Arias. Lo tenían maniatado y lo obligaban a ver partidos comentados por el Profe Vélez. En otra celda estaba Paola Herrera, la que destapó el caso de Karen Abudinen, a quien le ponían a todo volumen canciones de Ricardo Arjona para torturarla. 

En el flanco derecho, y vigilados por guardias, colegas vestidos de uniforme color naranja echaban pica sobre las rocas de las areneras. A Ramiro Bejarano se le soltaba la piedra: esta vez la que debía picar. Félix de Bedout caminaba encadenado, como cuando trabajaba en la radio. A Ricardo Silva lo rodeaba un guardia a caballo que daba vueltas en torno suyo, mientras le ordenaba que mirara al frente. El guardia era ni más ni menos que Jorgito, el muchacho que trabajaba en el Ubérrimo.

Alcancé a ver que Cecilia Orozco compartía celda con Sandra Borda (lo cual valía como tortura) y la obligaban a vestir un traje de reo con un humillante letrero escrito en la espalda que decía “Delincuente parapetada”. La Fiscalía, además, allanaba su miserable calabozo ya por tradición, porque de todos modos nadie podía tener pertenencias.

(Me partió el corazón observar a mi padre. Lo tenían de pie, con el uniforme de Millos, parado en una esquina, y recibía en la calva la caída incesante de una gotera de postre de natas, a modo de tortura). No recuerdo cómo sobreviví a aquel primer día, sin duda el peor; mucho menos a esa noche, en que nadie podía dormir. Apenas se escuchaban unos débiles gemidos: llantos ahogados que cargaban de tristeza el ambiente y rasgaban por retazos el silencio.

A media noche, sin embargo, una voz rompió la penumbra con la melodía a capela de la canción Rasguñan las piedras.

—Reconozco esa voz: es la misma que cantaba El Cuchipe con Serrat, en tiempos mejores —le dije a Matador.

Decidí sumarme, y a mi voz se sumaron otras, se sumaron todas: todos los periodistas arrancándonos el miedo unos a otros con una canción de la madrugada, mientras Daniel Coronell cantaba cada vez más alto, y nos gritaba con acento argentino “¡Vamos, muchachos, a todos nos van a largar!”, como si protagonizáramos una rara versión de la película La noche de los lápices.

Mientras compartíamos la mogolla del día siguiente, mi abogada, la doctora Ana, detenida también por sus beligerantes columnas publicadas en un medio digital, se me acercó para trazar la estrategia jurídica en la que tengo puestas todas mis esperanzas: redactar una carta en la que renuncio al oficio periodístico y anuncio, de paso, mi ingreso a la política. De ese modo, si sale de mi boca una injuria o una calumnia (por ejemplo, llamar violador de niños a un periodista), lo haré en calidad de político, y estaré protegido por la ley. Porque como periodista seré mudo. Como la letra hache.

Envié la carta a mi nuevo colega César Lorduy, y estoy seguro de que aceptará mi solicitud. No es una gran pieza jurídica, pero no importa. Él no sabe mucho de derecho; aún menos de cortes. Y eso se puede observar en su simpática capul de Pachito.

“De ese modo, si sale de mi boca una injuria o una calumnia (por ejemplo, llamar violador de niños a un periodista), lo haré en calidad de político, y estaré protegido por la ley”.
Previous Article

Propuesta sobre salario mínimo responde al clamor ...

Next Article

Con billonario presupuesto para 2022, EPM invertirá ...

0
Shares
  • 0
  • +
  • 0

Related articles More from author

  • JudicialPolíticaÚltimos Sucesos

    Condenado Óscar Suárez Mira

    agosto 5, 2020
    By SucesosMetropolitanos
  • Últimos Sucesos

    Gremios de los servicios públicos del país rodean a EPM

    diciembre 6, 2021
    By SucesosMetropolitanos
  • JudicialÚltimos Sucesos

    SEPARACIÓN DE HECHO DA LUGAR A DISOLUCIÓN DE SOCIEDAD CONYUGAL

    septiembre 20, 2021
    By SucesosMetropolitanos
  • ColumnistasDerechoOpiniónÚltimos Sucesos

    CUMPLIR, NO SUSTITUIR LA CONSTITUCIÓN

    junio 22, 2021
    By SucesosMetropolitanos
  • MedellínÚltimos Sucesos

    Ocho personas fallecidas deja la colisión de una avioneta en el sector de Belén Rosales

    noviembre 21, 2022
    By SucesosMetropolitanos
  • Últimos Sucesos

    Inicia oficialmente la Feria de Flores 2022. Programación y recomendaciones para disfrutar la fiesta paisa

    agosto 5, 2022
    By SucesosMetropolitanos

  • Medellín

    200 millones de dólares en inversión extranjera ratifican a Medellín como un territorio atractivo para el mundo

  • CulturaPersonajesSaludÚltimos Sucesos

    “Frente al Espejo”

  • MedellínÚltimos Sucesos

    La alcaldesa (e) Andree Uribe recibió a los campeones del torneo de fútbol disputado en Corea del Sur

Síguenos en Facebook

Síguenos en Twitter

Tweets by SucesosMetropol

Síguenos en Instagram

SUCESOSMETROPOLITANOS - TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS 2023 - Desarrollado por Totus Agencia