Pesebre de Venecia: tradición y espectáculo

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Algunos lo consideran el más grande de Latinoamérica. En esta nueva versión trae 2.500 figuras.

¡Mágico!, ¡espectacular!, ¡único!, ¡maravilloso! Para muchos es lo mejor que han visto. Así son los adjetivos con los que la gente describe el pesebre de Venecia, una obra que pareciera no tener par en Colombia y que se convirtió en la sensación en Navidad para los turistas que visitan el Suroeste antioqueño.

Así es el gigantesco pesebre de Venecia, Antioquia – Tradición y costumbres

Todo está concentrado en un área de 250 metros cuadrados, en una de las naves del ahora Santuario de San José de esta localidad, que cada día eleva su potencial turístico. Pero 250 metros es apenas la cifra que sintetiza un espacio lleno de magia, que transporta a una villa navideña en la que se representan los cuadros típicos de un poblado paisa.

Por eso aparecen los espacios y lugares típicos que nunca faltan en cualquier pueblo antioqueño, como la “Zapatería el Zarco”, “Artesanías Fabiola”, “Tapicería Manolo” o el restaurante el “Pollo feliz”, así como la floristería, la notaría y el trapiche panelero.

Son en total 2.100 habitantes los que pueblan la llamada Villa Navideña, muñecos a la escala de 1:20 fabricados en madera, tela y plastilina. Hay un río que recorre valles y montañas en un trayecto de 25 metros.

Las escenas tienen movimiento y por eso hay bailarines, pescadores y hasta un sepelio, del que en Venecia aseguran que representa la figura de un sacerdote de la localidad que falleció años atrás. No hay espacio del pesebre que no esté ocupado con alguna figura o escena de la cotidianidad.

La obra es de tal magnitud, que solo su autor, el arquitecto Luis Fernando Betancur Merino, tiene claro que hay incluidas 240 edificaciones en madera que representan los quehaceres de las comunidades paisas, con un telón de fondo que incluye la cadena montañosa del Suroeste.

“Una cosa es verlo”

Si bien las novenas del nacimiento de Jesús inician el jueves 16, desde finales de noviembre la iglesia de Venecia empezó a ser visitada por turistas atraídos por el pesebre gigante. Así lo hizo una familia que iba de paseo a otro municipio pero desvió el camino para disfrutar esta maravilla antes de que se hiciera más complicado por la avalancha de visitantes que, presumían, llegaría a la localidad.

“Íbamos a pasar diciembre en Jericó, pero como habíamos visto los videos del pesebre no quisimos perdernos de verlo en persona, y no me lo imaginaba tan grande y espectacular, una cosa es verlo en videos y otra estar acá, es una sensación llena de magia”, expresó Darío Ríos, sorprendido por el tamaño, el movimiento de las escenas y la similitud con la realidades que se representan en ellas.

Lo curioso es que esta obra, sin duda artística por la filigrana en la construcción de las figuras y la distribución en el espacio, no es nueva. Su artífice la construye hace quince años, pero la novedad es que en cada versión le introduce piezas y escenas nuevas.

Pesebre de Venecia: tradición y espectáculo

Según sus cuentas, en 2018 se hizo con 1.300 figuras, en 2019 con 1.800 y este año volvió con 2.500, lo que implica que son 700 piezas nuevas, incluida una especial: el ferrocarril de Antioquia y su llegada a la estación de Bolombolo.

Hay que tener en cuenta que en 2020, por la pandemia del coronavirus, el pesebre no se instaló, lo que significó una gran tristeza para los venecianos y los admiradores que en los años anteriores no se perdieron de apreciarlo.

Óscar Sánchez, el alcalde de la localidad, mencionó que el pesebre le da un plus a Venecia cada diciembre, al reconocer que el arquitecto Betancur, un hijo del municipio, ha sabido renovarlo y hacerlo cada vez más llamativo.

“Esta versión tiene nuevos referentes, como el ferrocarril, pero también una parte que se llama El Parrandón, un astillero donde se ven las típicas marcas del corregimiento Bolombolo, y una cantidad de piezas que la gente puede disfrutar en un recorrido que puede tardar una hora si quiere observarlo en detalle”, expresó sin dudar en considerarlo el más grande de Latinoamérica.

Muy a tono con el mandatario estuvo Marta Liliana Alzate, una veneciana residente en Bogotá que decidió regresar a su pueblo este diciembre especialmente para no perderse el pesebre. “Es lo más espectacular que he visto, porque soy admiradora de este arte, conozco bastantes en muchas partes, cosas maravillosas, y ninguna es como esta”, dijo.

Según la historia, los pesebres nacieron en el siglo XIII en Greccio, Italia, con San Francisco de Asís, para representar la pobreza de Jesús, pero el del arquitecto Betancur contiene elementos diversos se diría que algunos poco relacionados con la religión.

Edison Ortega Trejos, párroco del Santuario de San José, señaló que no hay ninguna contradicción en este hecho de la combinación de escenas modernas con las de la Biblia. “Si bien el pesebre es una tradición de la iglesia (católica), este es costumbrista y me impacta, porque no hay labor diaria que no esté representada, y en esa pequeña historia que construimos diariamente dios se sumerge, esta ahí mostrando su acción, su cercanía y su presencia”, señaló el religioso y se extendió en elogios para el pesebre, que constituye un doble orgullo y en otro motivo para visitar su parroquia, declarada Santuario de San José el pasado 21 de noviembre por el papa Francisco .

PARÉNTESIS
INSTALACIÓN TARDA CERCA DE 20 DÍAS

El autor del pesebre afirma que en el montaje de su obra participan unas diez personas de su familia y tardan alrededor de 20 días en culminar la instalación. Asegura que el pesebre es un patrimonio de su pueblo y que allí estará cada diciembre mientras él tenga vida y que siempre incluirá nuevas escenas y figuras, porque su elaboración nunca termina. Igual que el montaje, desinstalarlo es otro proceso que tarda varios días, pues se debe tener cuidado con el trato y guardado de las figuras, para evitar que se dañen. En este proceso también participa su familia y la obra se guarda en unas bodegas de un predio de su propiedad en el mismo municipio de Venecia.

Gustavo Ospina Zapata
GUSTAVO OSPINA ZAPATA

Periodista egresado de UPB con especialización en literatura Universidad de Medellín. El paisaje alucinante, poesía. Premios de Periodismo Siemens y Colprensa, y Rey de España colectivos. Especialidad, crónicas.

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