Primeras vacunas contra covid en Colombia se aplicarán en enero

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  • En Colombia se tendrán 40 millones de dosis, informó el presidente Iván Duque.

El presidente Iván Duque anunció en la tarde de este viernes en su programa Prevención y Acción, que la primera vacuna de coronavirus que se aplicará en Colombia será en las primeras semanas de enero de 2021.

El país, según el anuncio del mandatario de los colombianos, contará con 40 millones de dosis, las cuales fueron negociadas de esta manera: 10 millones de dosis con el laboratorio Pfizer, 10 millones de dosis con AstraZeneca y otros 20 millones con Covax.

El 25 de noviembre pasado, el Ministerio de Hacienda publicó la Resolución 2327, la cual destinaba $437 mil millones para la compra de vacunas covid. Según dicha resolución, con este rubro se podrán adquirir 10 millones de dosis de vacunas contra el coronavirus, las cuales tendrán un costo de 12 dólares cada inyección.

Este negocio, se lee en esa resolución, se hace con la recomendación del Comité Asesor de Vacunas covid “en sesión del día 23 de noviembre de 2020, solicitud que fue autorizada en sesión virtual del comité Fome del 24 de noviembre de 2020”.

Aunque esta semana hubo un rumor en torno a que el país podría quedarse sin vacunas, el propio ministro de Salud, Fernando Ruiz Gómez, desvirtuó la información. Y aseguró que “Colombia no está entre los 92 países que requieren financiación GAVI para vacunas”, pues el país se autofinancia y “ya tiene compromisos contractuales para recibir vacunas” a través del mecanismo Covas para 10 millones de personas (20 millones dosis) en 2021.

¿Proceso lento?

Aunque diversos sectores políticos y opinadores han cuestionado que el país ha sido lento en la negociación, el Gobierno ha destacado que se avanza a los ritmos que pone la información para tomar decisiones.

Al respecto, Carolina Gómez, exdirectora de Medicamentos del Ministerio de Salud y miembro del Centro de pensamiento de medicamentos de la U. Nacional, le dijo a EL COLOMBIANO que no lo considera así. “No creo que vayamos lento”, dice la analista, al destacar que este proceso es un tema de oferta y “la oferta es escaza y ya se la vendieron a los ricos hace rato y eso no pasó porque aquí se durmieron o porque aquí tuviéramos mucha plata se pudiera lograr”.

Ella, además, sostiene que Colombia no está en la fila de los ricos, porque no es rico, y es una realidad que “hay que aceptar”.

Por otra parte, sostiene que la apuesta que hicieron los países ricos es riesgosa, porque lo hicieron sin saber nada de información sobre la eficiencia o eficacia de la vacuna y, prácticamente, “lo que hicieron fue dar plata para el desarrollo de esa vacuna y, a cambio, recibir unas dosis”.

Plantea, por ejemplo, que Canadá tiene 10 o 12 dosis por persona, mucho más de las que necesita, pero porque le apostó a muchas. “Tiene billeta pa botar, pero nosotros no. El Gobierno colombiano esperó, de la forma más prudente razonable, a que hubiera algo de evidencia”.

Ya hay ley

Hace una semana el presidente sancionó la ley de vacunas, que garantiza que la vacunación será gratuita para todos los ciudadanos y establece los mecanismos para que la vacuna pueda llegar al país.

Vale recordar que se iniciará con grupos vulnerables, como personal de salud, adultos mayores y personas con comorbilidades.

El proyecto también ha estado marcado por una discusión en el país, en torno a la exoneración de responsabilidades a las farmacéuticas en casos adversos.

Sin embargo, el representante a la Cámara por Antioquia Jhon Jairo Berrío indicó que, ante las dudas y cuestionamientos generados, en la ley quedó claro que “se crea un consejo de reacciones adversas para que este consejo, compuesto por cinco científicos, determinen si hay conexividad entre la aplicación de la vacuna y el efecto adverso de la vacuna”.

Si bien el presidente aseveró que la vacunación iniciaría en las primeras semanas del 2021, el ministro de Salud aseveró que el plan iniciará en febrero y se tiene pensado iniciar con tres grupos específicos de población: las personas mayores de 60 años de edad, personas con comorbilidades como diabetes, insuficiencia renal, entre otras; y personal de la salud.

Por Javier Alexander Macías – El Espectador

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