“Aquí hay mucha hipocresía y doble moral”: Amparo Grisales

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Por estos días es la ‘abuela’ más sensual de Colombia por su papel de Raquel en ‘El paseo 6’, que se exhibe en las salas de cine. Siempre sincera, así a muchos no les guste, habló con Mantilla

Sincera y amable. Frentera y respetuosa. Sensual, viajera, diva y estudiosa. Actriz, hija, hermana, tía y ahora ‘abuela’.

 Amparo Grisales se convierte en tema de conversación en el país y en las redes cada vez que camina en bikini por una playa, como se le ve por estos días en la película ‘El Paseo 6’; cuando le dice a un concursante del programa Yo me llamo que simplemente no se llama o cuando admite que de vez en cuando fuma marihuana.

Tampoco le gusta “ser dulzona” para echarse “a la gente al bolsillo” y ganar seguidores en sus redes. No los necesita. Ella dice lo que piensa y se eriza si algo la impacta, la conmueve.

Desde mitad de los años 70, cuando empezó en firme su carrera en producciones como ‘Manuela’ (1975), ‘La mala hora’ (1976); en los 80 con ‘El gallo de oro’ (1981), ‘Los pecados de Inés de Hinojosa’ (1988); y los 90 con ‘En cuerpo ajeno’ (1992), su profesionalismo y sensualidad orgánica que le traspasa a sus personajes la convirtieron en la diva de Colombia.Su mejor ‘paseo’

Su figura se contonea por las playas de San Andrés con un vestido de baño blanco de dos piezas. Hay magia en su caminar, sensualidad que seduce a los jóvenes que están por graduarse y no pueden dejarla de admirar y desear.

Este instante se puede apreciar en una de las escenas de ‘El paseo 6’, filme que dirige Rodrigo Triana y que hace parte de la taquillera saga colombiana que se puede ver este diciembre en las salas.

Grisales hace el papel de Raquel, la abuela de una familia clase media que viaja a San Andrés para acompañar a su nieta Sarita en su excursión de 11 grado.

El proyecto, cuenta la actriz, se lo había propuesto Dago García (productor) hace 4 años y cuando por fin se iba a finiquitar con el rodaje, la pandemia paralizó el planeta. Solo en los primeros meses de este 2021 se pudo retomar.

Para ese momento ella no estaba vacunada pero sí en perfecta forma física, como siempre.

“Saber que fui una de las primeras personas en poder escuchar una voz diciendo –cámara, acción– fue muy emocionante. Después de ese confinamiento, de ese naufragio colectivo, saber que uno está trabajando en lo que a uno le gusta fue una bendición de Dios”.

Una de las cosas que resalta la actriz es la influencia de su fallecida madre, Delia Patiño, no solo para este papel sino en toda su carrera artística.

“Mi mamá tenía mucha sabiduría, era mi gran amiga, le podía contar lo que fuera sin ningún temor. Era muy protectora, pero al mismo tiempo nos dio alas para que cumpliéramos nuestros sueños, entonces nos metió en la escuela de Bellas Artes desde muy chiquitas a aprender música, arte dramático, son cosas que mucha gente no sabe. Toda mi formación actoral y musical que tengo se la debo a mi mamá. Ella era una gran soprano, la música que se escuchaba en la casa era de María Callas, entre otras artistas”.

Concretamente para el papel de Raquel, Grisales tomó algunos “dichos y actitudes” de su madre, la “complicidad con la nieta, esa manera de quererle abrir los ojos a su hija” porque no gustaba del hombre con el que se casó.

“Al final las mamás siempre quieren lo mejor” para los suyos y así es esta abuela que llega a ponerle pimienta a la comedia familiar que integra esta taquillera saga.‘Yo me llamo’ sinceridad

En Colombia son muchos los que condenan la forma frentera en que la actriz, que ha hecho parte del jurado de ‘Yo me llamo’ en las ocho temporadas que lleva al aire, le habla a los concursantes. Otros, por el contrario, la adoran.

“Yo no busco que la gente me quiera por lo que yo opine. (…) Yo no uso la grosería, yo soy exigente porque si no se les exige no van a rendir lo que deben rendir. Mi lugar en ‘Yo me llamo’ es ser exigente para que logren la perfección, lo hago por el bien de ellos. (…) Yo creo que por eso es que avanzan tanto y no se quedan en las medias tintas, no lo hago por maldad sino para exigirles que estudien, que se escuchen y que aprendan a ser el doble perfecto. En últimas lo que yo quiero es que ganen dinero, que sean los mejores”.

Destaca también que sí sabe de música y canta muy bien, de hecho ha actuado en varias comedias musicales, “lo que pasa es que” en Colombia “no se admite que una actriz cante o que una cantante actúe como sí pasa en otros países donde eso lo respetan”.

 “Es que esto no es gratis o que simplemente te das una vuelta y te conviertes en la Mujer maravilla. Son 50 años de carrera en los que yo no empecé como modelo sino como actriz, desde chiquita, e interpretado personajes importantes de la literatura latinoamericana. Las nuevas generaciones no saben eso, muchos se basan solo en lo que ven en las redes”.

Precisamente refiriéndose a las redes y a los ataques que por ahí recibe, la “diva de la televisión colombiana” es clara al afirmar que seguirá mostrándose como es, sin parecer políticamente correcta, siendo sincera.

“La gente es muy hipócrita, aquí hay mucha hipocresía y mucha doble moral. (…) Yo conozco mucho la idiosincrasia, por ejemplo de los argentinos, y ellos respetan a sus actores y a sus actrices, les dan voz y voto, pero aquí en Colombia siempre es con la criticadera. Lo que es colombiano no sirve pero si viene de afuera y tiene algún logró sí. (…) Aquí no se les da el respeto a esos actores que han trabajado toda la vida y que han hecho cosas importantes. Entonces, como dicen por ahí, lo que Saúl dice de Luis es lo que Saúl tiene por dentro”.“Me ericé”

En Colombia muchos utilizan la expresión “me ericé” porque se la escucharon a Amparo Grisales. De hecho es su marca registrada, literalmente, porque fue el nombre que tituló una de sus obras de teatro y posiblemente más pronto que tarde se convierta en una marca de perfume.

Recuerda que le “salió del corazón” porque eso de que —se le puso la piel de gallina— no le gustaba ya que se imaginaba “un pollo desplumado” y eso le parecía “horrible”.

“El me ericé yo lo digo desde chiquita, pensaba que era común porque yo veía los erizos cuando se le paraban todas las puyitas. Ahora lo escucho en muchas canciones, en comentaristas deportivos, mucha gente en la calle también lo usa”.El secreto de su figura

El cuerpo de Amparo Grisales es uno de los más admirados en el país. Quizás es el que más elogios despierta y por consiguiente envidia, teniendo en cuenta su edad (65 años).

Si se le pregunta cómo lo ha logrado, si tiene alguna rutina especial, secreto, su respuesta es sencilla: “Yo hago ejercicio desde muy chiquita, es algo que me hace falta, que hace parte de mí, por eso yo le digo a las niñas, que son mis grandes seguidoras, que le cojan amor al ejercicio, que se pulan, que investiguen, que coman sano. Esos resultados uno los ve cuando tiene más años. Yo siempre he tenido esa disciplina, es una forma de vida en la que se come bien, se respira bien y se medita. Es mejor hacer ejercicio que recurrir desde muy jóvenes a las cirugías plásticas. Hay cositas que uno sí se puede hacer, pero creo que hay unas niñas que están abusando de eso. (…)  Entonces yo les aconsejo que hagan ejercicio, que tomen mucha agua y honren el templo-cuerpo que Dios nos regaló para estar sanos y bonitos. Es mejor tener un pompis (glúteos) natural, sano y pequeño, que uno desmedido que después te va a traer problemas de salud”.El uso de la Cannabis

Sin rodeos la actriz manizaleña resalta que la planta de la cannabis le ha traído muchos beneficios  a su vida. Usa gotas, un spray para evitar los morados en la piel que a veces le salen por uno que otro tropezón en el gimnasio y también fuma de vez en cuando.

“Conozco también de gente con dolores de articulaciones, yo no tengo ese problema, que se pone la pomada y es una maravilla. Están las gotas de THC que calman la ansiedad, ayudan a dormir mejor. Con esta pandemia ayudan a reducir la ansiedad, la angustia. El cannabis es maravilloso y creo que tenemos en Colombia una materia prima con mucho potencial. Yo apoyo su legalización, que ya se está haciendo en otros países. Creo que nos van a coger la delantera si nosotros no nos ponemos las pilas. Colombia tiene tierra fértil para eso, lo digo con mucha claridad y sin necesidad de que sea para fumar, aunque a mí me gusta hacerlo de vez en cuando. No tengo vicios, la prefiero sobre el trago que sí hace daño. La marihuana no es una droga es una planta muy amable”.

Por:Alejandro Rosales: EL HERALDO.

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