La desinflada de Alejandro Gaviria

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La candidatura del exrector de la Universidad de los Andes está desdibujada. ¿Cuáles son las razones?

Lo que empezó siendo una candidatura presidencial esperada, antecedida de una gran campaña de expectativa, con el apoyo de la mayoría de los medios de comunicación, y que prometía unificar a la centroizquierda, está hoy desdibujada. Alejandro Gaviria se ha desinflado. Por un lado, la Coalición de la Esperanza le cerró las puertas al decir que solamente lo aceptaría siempre y cuando se desmarque del apoyo del Partido Liberal y de su jefe natural, el expresidente César Gaviria.

Más que por un tema de ética o de principios, esta decisión obedece a cálculos electorales de lado y lado. Sergio Fajardo, quien está de segundo en las encuestas, luego del senador Gustavo Petro, bien sabe que medirse en una consulta en marzo con Alejandro Gaviria, apoyado por la maquinaria del Partido Liberal, puede terminar con su derrota. Mientras tanto, al exrector de los Andes le queda difícil medirse en dicha consulta sin el apoyo liberal que le podría aportar entre 1,5 y 2 millones de votos. Si se va solo, tendría solamente un voto de opinión que, según la más reciente encuesta electoral de SEMANA, realizada por el Centro Nacional de Consultoría, llega apenas al 3 %, es decir, no tendría más de 600.000 votos, teniendo en cuenta un censo electoral de 20 millones de personas.

El electorado quería ver a un Alejandro Gaviria claro y definido desde que anunció su intención de llegar a la Casa de Nariño. Pero lo que se ha visto hasta ahora ha sido un candidato gaseoso, dubitativo, incoherente en algunas ocasiones, y que no ha podido transmitir quién es, a quién representa y qué les propone a los colombianos.

En los primeros días como candidato, elogió la decisión del presidente Iván Duque de nombrar al exministro de Hacienda Alberto Carrasquilla como codirector del Banco de la República. Pero a las pocas horas, tras unas críticas en Twitter, se echó para atrás, cuestionó ese nombramiento y dijo que su primera opinión había sido producto de no haber dormido bien. Todo esto pese a que Carrasquilla es su amigo personal desde hace más de 20 años.

De forma similar, en una entrevista radial, Alejandro Gaviria había hablado bien del candidato presidencial Federico Gutiérrez, con quien dijo que había trabajado en equipo cuando fue ministro de Salud y Gutiérrez era el alcalde de Medellín. Nuevamente, tras algunas críticas en redes sociales, el exrector de los Andes salió a decir que Gutiérrez se había movido a la derecha en el último mes y que era un “facho”. El oportunismo y la deslealtad son los peores consejeros en la política.

El anuncio de este miércoles de la bancada del Partido Conservador, de elegir al senador David Barguil como su candidato presidencial para 2022, también representa un duro golpe electoral para Alejandro Gaviria. Prácticamente se acaban las opciones de una especie de alianza o consulta con esa colectividad. En algunos militantes que apoyan al exrector de los Andes había la esperanza de participar en una medición entre Alejandro Gaviria y Mauricio Cárdenas, si el elegido en ese partido hubiese sido el exministro santista.

Hoy, Alejandro Gaviria, un candidato apoyado por los expresidentes César Gaviria y Juan Manuel Santos, se quedó sin plataforma. El camino que elija promete estar lleno de problemas. Si finalmente opta por una candidatura totalmente independiente, sus opciones de ganar son limitadas, dado que solo es conocido en círculos intelectuales de Bogotá, pero no en el resto del país.

Si en las encuestas de noviembre marca mal, el Partido Liberal no tendría ningún problema en abandonarlo y apoyar a un candidato que tenga más chance de ganar la Presidencia. Incluso, una parte importante del liberalismo está hoy con Gustavo Petro. Y en la Coalición de la Esperanza el veto al Partido Liberal es un inamovible y para Alejandro Gaviria sería un salto al abismo medirse en una consulta en marzo con esa colectividad sin tener la maquinaria liberal detrás. Por si fuera poco, en la Coalición de la Esperanza, Jorge Enrique Robledo, una voz de peso, ya ha dicho públicamente que se opone a que Alejandro Gaviria llegue allí, pues tiene serias críticas sobre su desempeño como ministro de Salud en el gobierno de Santos.

Los próximos dos meses serán determinantes en el futuro político de Alejandro Gaviria, quien se encuentra atrapado en un verdadero laberinto. Mientras tanto, la junta directiva de la Universidad de los Andes ha nombrado a una rectora interina y en ciertos círculos no se descarta la posibilidad de que el hoy político Gaviria regrese a la academia.

Por: Revista Semana

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