“¿Por qué importa Ucrania?”

0
1709

Así es como se clasifica la nación de Ucrania:

1er lugar en Europa en reservas recuperables probadas de minerales de uranio;

2° en Europa y 10° en el mundo en términos de reservas de mineral de titanio;

2do lugar en el mundo en términos de reservas explotadas de minerales de manganeso (2,3 mil millones de toneladas, o el 12% de las reservas mundiales);

Segunda reserva de mineral de hierro más grande del mundo (30 mil millones de toneladas);

2° lugar en Europa en términos de reservas de mineral de mercurio;

3º en Europa (13º en el mundo) en reservas de gas de esquisto (22 billones de metros cúbicos)

4º en el mundo por el valor total de los recursos naturales;
7º en el mundo en reservas de carbón (33.900 millones de toneladas)

Ucrania es un país agrícola:

1º en Europa en términos de superficie de tierra cultivable;

3er lugar en el mundo por el área de suelo negro (25% del volumen mundial);

1er lugar en el mundo en exportaciones de girasol y aceite de girasol;

2° lugar en el mundo en producción de cebada y 4° lugar en exportaciones de cebada;

3er mayor productor y 4to mayor exportador de maíz en el mundo;
4to productor de papa más grande del mundo;

quinto mayor productor de centeno del mundo;

5° lugar en el mundo en producción de abejas (75.000 toneladas);

8° en el mundo en exportaciones de trigo;

9° lugar en el mundo en la producción de huevos de gallina;

16° en el mundo en exportaciones de queso.

Ucrania puede satisfacer las necesidades alimentarias de 600 millones de personas.

Ucrania es un país industrializado:

1º en Europa en la producción de amoníaco;

Es el cuarto sistema de gasoductos de gas natural más grande de Europa en el mundo (142,5 mil millones de metros cúbicos de capacidad de producción de gas en la UE);

3° más grande de Europa y 8° más grande del mundo en términos de capacidad instalada de centrales nucleares;

3º de Europa y 11º del mundo en longitud de la red ferroviaria (21.700 km);

3º en el mundo (después de EE. UU. y Francia) en la producción de localizadores y equipos de localización;

3er mayor exportador de hierro del mundo
4º mayor exportador de turbinas para centrales nucleares del mundo; cuarto mayor fabricante de lanzacohetes del mundo;

4° en el mundo en exportaciones de arcilla

4° en el mundo en exportaciones de titanio

8vo lugar en el mundo en exportaciones de minerales y concentrados;

9° lugar en el mundo en exportaciones de productos de la industria de defensa;

10º mayor productor de acero del mundo (32,4 millones de toneladas).

Y uno preguntándose por qué lo quieren?

¿Por qué Ucrania es tan importante para Rusia?

Moscú justifica su presión sobre Kiev en razones históricas, con fines económicos y por intereses geopolíticos frente a Occidente

Ucrania es fundamental para Rusia por una serie de factores históricos, geopolíticos y económicos. 

Moscú sostiene que ambos países comparten un origen y una identidad, por lo que considera que los ucranianos son una parte inseparable de la nación rusa. En el ámbito geopolítico, el control ruso de Ucrania es esencial para evitar la adhesión ucraniana a la OTAN y a la Unión Europea, lo que pondría en riesgo el papel de Rusia como potencia. Además, Moscú cuenta con intereses económicos en el país vecino. El Estado ucraniano representa una de las principales economías del espacio postsoviético y alberga gran parte de la red de gasoductos rusos que suministran gas a Europa.

Un vínculo milenario

El nacimiento de Rusia y Ucrania se sitúa hace 1.200 años en la Rus de Kiev. Esta federación de tribus eslavas dominó el noreste de Europa durante la Edad Media y tenía su epicentro en la capital ucraniana. Para el nacionalismo ruso supuso el comienzo de su historia. Moscú cree que todos los eslavos orientales comparten una única cultura basada en el cristianismo ortodoxo, las raíces eslavas y el idioma ruso. Ucrania y Bielorrusia estarían incluidas en esa cultura, con los nombres tradicionales de ‘Rusia Pequeña’ y ‘Rusia Blanca’, respectivamente.

Los lazos históricos y culturales han marcado la actitud paternalista del Kremlin hacia Ucrania. Para el presidente ruso Vladímir Putin, el Estado ucraniano se encuentra en la esfera de influencia de Moscú; de ahí que cualquier injerencia occidental le resulte inaceptable. Otro aspecto relevante es la demografía de Ucrania: un 17% de la población del país se identifica con la etnia rusa y casi un tercio habla ruso como lengua nativa. La mayoría de estos habitantes se ubican en la península de Crimea, que Rusia se anexionó de facto en 2014, y especialmente en el Donbás. En esta región del este de Ucrania, Kiev y los separatistas libran una guerra desde el mismo año. Y con el pretexto de proteger a esa población rusa en Ucrania, el Gobierno ruso ha efectuado acciones militares en el país vecino.

Evitar la alianza con Occidente

La postura de Moscú respecto a Ucrania también esconde intereses geopolíticos. La idea de que existan bases de la OTAN en el corazón de la cultura rusa es una línea roja para Putin. Después de que las repúblicas bálticas —Lituania, Letonia y Estonia— pasaran de la Unión Soviética a la órbita europea, una hipotética adhesión de Ucrania al bloque occidental dañaría la posición de Rusia en la zona y colocaría a Estados Unidos a las puertas de su frontera occidental. En ese sentido, una Ucrania hostil podría amenazar la supervivencia de Rusia.

La unión de Ucrania a Occidente, de paso, podría debilitar la estabilidad del Gobierno ruso. El Kremlin teme que la difusión de los ideales liberales en países vecinos se extienda hacia su territorio, como ya demostró Putin al usar la fuerza para reprimir los movimientos prooccidentales en Georgia y Ucrania. Ahora, con el recrudecimiento de las tensiones en el Donbás y las protestas de la oposición contra el régimen de Aleksandr Lukashenko en Bielorrusia, la posibilidad de una intervención militar contra Ucrania vuelve a estar presente. Los altos costes de la guerra, no obstante, dificultan esa opción.

La integración económica y el gas, dos elementos clave

La economía desempeña otro papel trascendental en las relaciones entre Ucrania y Rusia. Moscú ha intentado reconstruir su influencia en el espacio postsoviético con diferentes proyectos de integración política y económica. Tras la caída de la Unión Soviética en 1991, surgieron la Comunidad de Estados Independientes y la Comunidad Económica Euroasiática, actual Unión Económica Euroasiática. Sin embargo, la creación de un bloque que rivalice con la Unión Europea resulta inviable sin la participación de Ucrania. Putin sabe que el éxito de una futura Unión Euroasiática depende de integrar a una de las economías más importantes de la antigua URSS. Con ello, Rusia no solo reconstruiría el mercado común soviético, sino que terminaría con cualquier posibilidad de adhesión ucraniana a la Unión Europea.

La crisis energética que vive Europa, además, ha acentuado la importancia de Ucrania, ya que Rusia es el principal proveedor de gas natural del continente, con un 40% de sus importaciones. Este suministro se realiza a través de los gasoductos que cruzan Ucrania. Gracias a ello, el Estado ucraniano cobra miles de millones de euros en peajes, pero este rol subordina el abastecimiento a las disputas políticas entre Kiev y Moscú. Para no depender de su vecino, el Kremlin está diversificando las rutas de suministro con nuevos gasoductos como el Nord Stream 2 y el TurkStream. Con estas infraestructuras, Rusia lograría abastecer a Alemania y Turquía, sus dos clientes principales, sin cruzar la frontera ucraniana. En el caso del Nord Stream 2, Rusia conseguiría aislar a Ucrania, dejándola expuesta con menos relevancia geopolítica para Europa y sin gran parte de su poder de negociación con las dos partes.

Cuadro de comentarios de Facebook