Depresión, un arma de doble filo en cuarentena

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Los pacientes diagnosticados con este trastorno mental deberán eliminar el consumo desmedido de información sobre la COVID-19 y practicar actividades que les permita mantenerse creativos.

Según la Organización Mundial de la Salud la depresión es un trastorno mental frecuente, que se caracteriza por la presencia de tristeza, pérdida de interés, sentimientos de culpa o falta de autoestima, trastornos del sueño o del apetito, sensación de cansancio y falta de concentración. Así que, quien lo padezca, es muy probable que durante esta cuarentena se sienta vulnerable y crea que el mundo se le viene encima.

Mercedes García, de 30 años, fue diagnosticada con depresión hace aproximadamente un año y explica que últimamente ha sentido mucho temor a causa de lo que enfrenta Colombia y el mundo.

“Hay días en los que me levanto muy cansada y agobiada; sé que no debo sentirme así, pero no sé qué hacer. En medio de todo he tenido una serie de crisis, a tal punto que he sentido pánico, claustrofobia, dolores de cabeza y de espalda hasta me ha llegado a faltar el aire y no puedo dormir bien (…) cada día veo en las noticias que se contagia más gente y que el Gobierno Nacional prepara más espacios para recibir más enfermos, lo que aumenta muchísimo mi angustia”.

El especialista en psicología clínica y neuropsicología Williams Prieto explica que la situación actual hace que las personas con depresión se sientan como si validaran sus ideas, así que ven la pandemia como una falta de sentido de la vida, que les produce desesperanza y pesimismo pese a los esfuerzos que puedan llegar a hacer para sentirse mejor. Es más, “en algunos casos pueden  pensar que no vale la pena seguir luchando; visión que construyen por sus ideas catastróficas”.

Añade que en cuarentena hay riesgo de que las personas con depresión presenten algunas crisis porque la situación puede llegar a generarles impotencia, aunque —aclara— esto dependerá de las redes de apoyo con las que cuente (el acompañamiento de la familia, la pareja, los hijos o los amigos), ya que estas inciden en la manera en que ellos experimentan y afrontan su realidad.

Carolina Ariza, psicóloga del Centro de Transformación 180g, coincide con Prieto y dice que las circunstancias agravan profundamente los síntomas y aumentan los sentimientos de soledad, miedo, incertidumbre o tristeza.

“Las personas pueden reaccionar de distintas formas ante situaciones estresantes como la actual, convirtiéndose en una verdadera crisis existencial, y con motivos reales para la conmoción emocional. Mentalmente todo lo visionan oscuro y pueden hasta pensar que su fin ha llegado”.

Recomendaciones. Prieto señala que en estos casos es vital reforzar la comunicación de sus emociones y sentimientos con la familia o las personas representativas. Asimismo aconseja que los pacientes establezcan metas que puedan alcanzar en cuarentena, que mantengan los hábitos de sueño (ocho horas al día) y de alimentación, que busquen hobbies que les permitan mantenerse creativos como —por ejemplo— pintar, dibujar y escribir, así como actividades recreativas como ver cine o escuchar música.

“La meditación también resulta ser una herramienta excelente porque puede ayudar a controlar los estados emocionales. (…) es esencial que eviten el consumo de carbohidratos y azúcares dentro de la dieta, así como el alcohol, el café y las drogas. Si toman medicación recetada se debe mantener si no, lo mejor es que no se automediquen”.

Advierte que uno de los principales inconvenientes de la depresión se da cuando las personas afectadas se centran únicamente en los aspectos negativos, por ello realizar ejercicio será fundamental para ayudar a regular la química cerebral. Estima que si presentan insomnio lo ideal es que entrenen en la mañana, con el fin de que canalicen su energía. De igual modo deben alejarse de la sobreinformación acerca del virus, pues “nosotros mismos nos encargamos de cultivar nuestros pensamientos y emociones. Si estamos todo el día pendientes de las cifras de muertes e infectados, nuestra mente estará concentrada en ello”.

Ariza dice que si el paciente siente y ve un claro empeoramiento, más allá del proceso de adaptación que todo el mundo experimenta en esta cuarentena, debe llamar al profesional a su cargo o al centro de salud mental para solicitar una consulta telefónica.

Respecto a las familias de dichos pacientes, Prieto dice que es importante que se documenten sobre la depresión para que puedan entender mejor a las personas afectadas. Indica que deben ver sin lástima, con amor y aceptación. También es esencial no obligarlos a que sean activos o a que hablen abiertamente de sus sentimientos, lo que se logrará si se les muestra entendimiento y confianza. Tampoco se recomiendan las críticas ni mucho menos hablar todo el tiempo sobre la COVID-19, contrario a esto se aconseja mantener conversaciones enriquecedoras.

“Las familias juegan un papel fundamental en estos casos, pues pueden llegar a convertirse en ejemplo para ellos, de modo que será esencial que adopten buenos hábitos. Adicionalmente será de gran ayuda que lleven a cabo actividades en que los pacientes se sientan incluidos como los juegos de mesa. Por otro lado deben elogiar y reconocer los avances que tengan las personas con depresión, así como deben estar alerta a las ideas de suicidio que expresen para comunicarlas a la Eps o a través de las líneas de emergencia en caso de sentir que la situación se sale de control”.

Ariza hace referencia al paciente depresivo infectado con coronavirus y asegura que es un arma de doble filo para su salud mental, ya que “puede experimentar el incremento de todos los desórdenes mentales. Pero, sus familiares pueden utilizar este hecho para que los sentimientos de profunda tristeza se conviertan en oportunidades valorativas y de apoyo emocional”.

Resalta que el paciente necesitará tanto del acompañamiento requerido por la infección como del personal de apoyo psiquiátrico y terapéutico para su salud mental

 

El Heraldo – Loraine Obregón
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