Disciplina y Perseverancia

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Un nuevo decreto del presidente Duque dispone un nuevo confinamiento total de la población entre el 16 de julio y el 1º de agosto, buscando evitar el contagio de la pandemia que ya casi alcanza su pico sobre una población que aún no reacciona frente a la gravedad de lo que estamos viviendo con este virus, que no discrimina entre pobres y pudientes. Ya hay arenas dos grandes personajes latinoamericanos infectados, encabezados por el presidente Bolsonaro de Brasil, quien afirmaba que el Corona Virus era una simple gripita y hoy tiene “una simple gripita” y debió entrar en cuarentena; el otro es Diosdado Cabello, ese rufián que tiene, con Maduro, sometida a Venezuela y pauperizado a uno de los países más ricos del mundo.

En Colombia, el gobierno se ha desgastado en medidas impopulares, pero seguramente necesarias, de acuerdo a la visión de los organismos internacionales de la salud, aunque muchos otros consideramos que hay alternativas que debieran ensayarse pues, ante la miseria y el hambre por el desempleo creciente, con el cierre de industrias, comercios, actividades socieconómicas, etc., a propósito de lo cual he afirmado que la gente saldrá a levantarse la comida, prefiriendo morir por el virus y no por el hambre.

En todo caso, tendremos una nueva prueba de fuego y hay que pedirle a la población serenidad, disciplina y perseverancia para luchar contra esta catástrofe, buscando la solidaridad de todos con las medidas tomadas por las autoridades, que las toman para evitar males mayores.
Sabemos perfectamente que hay sectores políticos radicalizados contra el gobierno como la oportunista Fecode y dirigentes irresponsables como Gustavo Petro a quien no le importa sino su causa política y con tal de destruir a sus opositores, no importa si también acaba con nuestro país, pero la mayoría sabe que primero está Colombia..

El gobierno tiene también una gran responsabilidad al decretar una medida de esta naturaleza pues debe asegurar la distribución de ayudas a los sectores sociales que ni siquiera aparecen en los registros de los organismos públicos por razones de impericia burocrática y por coartadas trazadas desde estos organismos para no aceptar las verdaderas cifras de nuestra pobreza. Ayudas efectivas a la población, mucha pedagogía social desde los medios de comunicación que ojalá no sea la excusa para milmilonarios contratos de publicidad, por donde se fugan los recursos públicos en la impudicia de los grandes monopolios nacionales.
Ayudémosle al gobierno en esta emergencia y esperemos que las ayudas lleguen y no sean saludos a la bandera como los alivios bancarios.

Por: Orlando Arenas Tamayo
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