“La vacuna es posible, tenemos la motivación y los recursos”: Nadim Ajami

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El bacteriólogo Nadim Ajami, director ejecutivo de investigaciones científicas del Hospital Anderson en la Universidad de Texas, da claves para derrotar al COVID-19.

El bacteriólogo barranquillero Nadim Ajami, como director ejecutivo de investigaciones científicas del Hospital Anderson en la Universidad de Texas, está en la primera línea de batalla siguiendo el comportamiento de la COVID-19 en el mundo.

Es contundente al indicar que en Colombia se necesitan hacer más pruebas para interpretar el impacto de las estrategias de mitigación de la enfermedad. También recomienda descentralizar las muestras y pide paciencia porque la vacuna se estima estará lista en un periodo aproximado de entre 12 y 18 meses. Sin embargo, recalca que hay otras estrategias para prevención y tratamiento en camino que nos pueden ayudar a reducir los casos y la severidad de la enfermedad teniendo un impacto positivo en el número de muertes.

Pese a esto Ajami se muestra optimista por las medidas que se han tomado en Colombia, pero considera que todavía es muy temprano para explicar con claridad el comportamiento de la pandemia en el país porque “nuestra historia con este virus solo tiene tres meses”.

El científico, quien tiene un doctorado y un postdoctorado del Departamento de Microbiología y Virología Molecular, en el Baylor College of Medicine de Houston, enfatiza en la necesidad de aumentar el número de pruebas que se realizan diariamente para poder determinar un panorama más cercano a la realidad. En promedio en Colombia, de acuerdo a cifras del Instituto Nacional de Salud, se están practicando entre 1.000 y 2.000 exámenes por día.

Esta situación no se está dando solamente en Colombia, en la gran mayoría de países donde se está librando la batalla contra la COVID-19 el panorama es muy similar, las pruebas son insuficientes y eso hace que la información sobre la enfermedad también lo sea.

Al cierre de esta edición en Colombia estaban confirmados 1.780 casos (y 50 muertes). Esta cifra debe ser estudiada y comparada con respecto al número de pruebas que se realizan en el país.

Importante, de acuerdo con Ajami, entender dentro del estudio el denominador, que es en este caso el número de personas contagiadas, y sus numeradores que discriminan entre los pacientes asintomáticos, los casos leves y los graves. De esta manera se podrá tener una investigación más concisa sobre el comportamiento de la enfermedad.

El bacteriólogo Javeriano explica que los recuperados juegan un papel muy importante para lograr contener la enfermedad. “Ellos son los que nos sacan adelante de la epidemia. Esperemos que desarrollen una inmunidad a largo plazo, esto es algo que no sabemos con certeza porque aún no tenemos la data”, infiere.

Descentralizar

Para el científico también es fundamental descentralizar los diagnósticos de las pruebas. Es de suma importancia que en las ciudades los laboratorios puedan hacer las pruebas y arrojar los resultados con el fin de que se puedan tener cifras de manera más rápida y de esa manera ganarle un poco de tiempo a la enfermedad.

“La centralización se debe acabar, es la única forma de obtener un volumen ideal de pruebas”.

Ajami explica, además, que cada localidad se comporta de manera diferente y de esa forma también deben verlo las autoridades para que se tomen las decisiones correctas acordes a la situación de cada población.

A Barranquilla la ve preparada para afrontar la emergencia, pero le gustaría que la ciudad contara con un mayor número de  laboratorios capacitados para correr pruebas.

La vacuna

No hay que desesperarse. Si bien es cierto que el mundo está a la expectativa por la aparición de una cura, los científicos están haciendo todo lo que está a su alcance para lograr dar con una vacuna en un plazo de 12 a 18 meses, como lo estipula el proceso.

“La vacuna es posible, no estamos cortos de motivación ni de recursos”, afirma Ajami. El científico explica que el mundo debe entender que no se puede acelerar el proceso, lo que se quiere es salvaguardar vidas pero todo dentro del marco científico y respetando el proceso de desarrollo.

Explica que cuando se logra producir una vacuna se pasa por fases como la preclínica, que es cuando se eligen candidatos terapéuticos o preventivos. Luego se pasa a fases de seguridad y eficacia para establecer que efectivamente el resultado no cause ningún tipo de afectación. Después se aumenta el estudio a un número mayor de personas y finalmente la vacuna es producida en escala y comercializada al público.

“En la ciencia hay unos semáforos que están ahí para regular que todo salga en orden y no los debemos volar”, indica.

Medidas

Las determinaciones que se han tomado en el país para contener el avance de la COVID-19 han sido oportunas y necesarias, considerando que deben seguir en ese curso. En Colombia se impuso el aislamiento preventivo obligatorio hasta el 27 de abril. Con relación a si esta medida debe extenderse o no, responde que en este instante quien marca el cronograma es la epidemia. Aunque, considera, en la medida que se va expandiendo el virus y el número de contagiados en el mundo, se hará necesario que todos deban estar confinados en sus casas.

Con respecto al tiempo establecido para las cuarentenas, dice, analizando la situación de los países que han empezado con el desmonte, que lo ideal es que estas tarden mínimo 30 días y que se extiendan hasta que se empiecen a observar resultados positivos. Esto para que el sistema de salud tenga tiempo de recuperarse y no colapse.

Por ahora, advierte, “la mejor medicina es quedarse en casa”.

 

 

El Heraldo – Javier Mendoza

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