La reforma al sistema de salud es para llegar a esos 4 millones de colombianos que no tienen acceso, explica la exministra y médica Carolina Corcho

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Desde su salida del equipo de gobierno, como ministra de Salud, la médica Carolina Corcho ha destinado su tiempo a dos cosas: a ejercer la medicina como psiquiatra, y hacer pedagogía sobre el alcance, propósito y beneficio de la reforma al sistema de salud que propone el Gobierno del Cambio. Así lo reveló en Entre-Vistas con Alma de País, en sus palabras, “a hacerle frente a la desinformación” que se difunde sobre este proyecto que hace tránsito en el Congreso.

Siete meses después de haber salido de la cartera de Salud, la exministra Carolina Corcho regresó a una de las actividades que, expresó, más le gustan: hacer pedagogía para explicar en qué consiste la Reforma al Sistema de Salud del Gobierno del Cambio como “una responsabilidad ciudadana” y contra la desinformación sobre la misma.

“Hay mucha desinformación. Se está generando mucho pánico a través de afirmaciones mentirosas que no corresponden a la reforma. Lo veo como una responsabilidad ciudadana, como médica en ejercicio, poder explicarle a la ciudadanía y al sector salud la propuesta, qué contiene y qué no contiene, porque la mayoría de lo que yo escucho es desinformación”, afirmó Corcho en Entre-Vistas con Alma de País.

La médica Corcho explicó los tres ejes fundamentales de la reforma: el manejo de los recursos públicos, la dignificación del trabajo de los médicos y el enfoque en salud preventiva o atención primaria en salud.

Control del Estado de los recursos públicos

Colombia destina anualmente 81 billones de pesos al Sistema General de Seguridad Social, subraya la exministra, recursos que provienen de “aportes de los impuestos de los colombianos y las cotizaciones. El problema es que hoy el Estado no tiene control”.

Estos recursos “no pueden ser destinados para financiar ningún otro negocio ni ninguna otra empresa. Estos son recursos de los colombianos. En ningún momento el Estado colombiano ha autorizado que esos recursos se usen para otras empresas”.

Al no tener control de la destinación de los recursos, “hay una opacidad enorme” y “riesgos de corrupción, muchos de ellos ya documentados por la Contraloría y por fallos de jueces”, argumenta.

Uno de esos casos emblemáticos de la corrupción en el sector es el de Saludcoop, explica la exministra.

En Saludcoop hubo un desvío, un robo – en sus palabras– de 1.5 billones de pesos, “recursos que pagamos los colombianos para tratamiento, para pagar médicos, enfermeras, para que pueda ser bien atendida la gente. Los jueces de la República ya le han dicho el país lo que pasó con Saludcoop: cogieron esa plata, financiaron canchas de golf, financiaron sus propios negocios, crearon lo que se llama la integración vertical”.

En el caso de la Empresa Promotora de Salud Sanitas, señala la médica Corcho, se tiene que investigar a fondo si se presentó esta situación.

“Tiene que investigarse y aclararse, porque lo que dice Sanitas a la opinión no corresponde con lo que dicen sus estados. Y al final, realmente quienes están más perjudicados son los usuarios”.

Esta es una de las fallas que busca corregir la reforma al sistema de salud.

“El Estado paga esto para el cuidado de la vida de los colombianos. Esos recursos públicos que hoy están en un fondo común para que vayan directamente a clínicas y hospitales y pagar tratamientos, pagarles a las gestoras farmacéuticas, para que entreguen los medicamentos a tiempo, para pagarle al médico, a la enfermera y dignificar a los trabajadores”, enfatiza.

Dignificar el trabajo de los médicos

Más del 70% de los profesionales que laboran en la salud tienen una situación precaria y son los que atienden la salud de los colombianos, explica la médica y exministra Corcho.

“Este es un sector donde le pagan a la gente cada cuatro meses o cinco, o no le pagan, o necesitan tres empleos para poder tener un salario digno. Les pagan cada cuatro meses y sin intereses. Yo quiero imaginarme a cualquier profesional que tenga que vivir así. Esto hizo carrera en el sector salud. Muchos médicos, por ejemplo, no pueden tener vida crediticia porque no está claro si les pagan o no”.

Esta situación es inaceptable, advierte, “cuando este sistema tiene muchos recursos, suficientes y abundantes recursos que pagamos los colombianos para que ese auxiliar de enfermería que cuida al anciano, que cuida al viejo, a la vieja, al niño que es la base del sistema, no tenga ni siquiera un sustento básico. Por eso la reforma genera un capítulo de formalización, dignifica”.

Salud preventiva y/o atención primaria en salud

El tercer eje fundamental “es lo que ha denominado el presidente de la República la salud preventiva, pero que nosotros denominamos la atención primaria en salud”, indica.

Esta atención básica y primaria no solo contempla la prevención, sino que implica la movilización de “equipos de personal de la salud, médicos, enfermeras, bacteriólogos, que van a las escuelas, a los colegios, a las casas, a esos lugares de trabajo, a hacer exámenes para detectar enfermedades”.

El actual sistema de salud no está haciendo eso, detección temprana de las enfermedades, sostiene.

“En las ciudades estamos viendo pacientes que llegan ya con enfermedades supremamente avanzadas de cáncer, cuando se hubieran podido curar, si hubieran llegado antes las EPS. Les enredan las autorizaciones, no les hacen los exámenes a tiempo y vemos morir permanentemente pacientes. Eso no puede seguir pasando”.

Este no es un fenómeno que ocurre de manera exclusiva en las zonas rurales, precisa.

“No es ni siquiera en zona rural. Estoy hablando de las grandes ciudades y ni siquiera estoy hablando solo de las clases populares, estoy hablando personas de la clase media”.

El modelo preventivo de atención primaria en salud que propone la reforma “va a crear todo ese escenario para que esté el bacteriólogo, el médico, el patólogo, haciendo esa detección temprana de muchas enfermedades, para que no avancen ni puedan ser tratables. ¿Cómo? Yendo a los territorios”, explica.

Mitos y verdades de la reforma

La primera mentira que se difunde sobre la reforma al sistema de salud, según Corcho, es que los recursos públicos se entregarán a gobernadores y alcaldes.

“Esto es falso, no es cierto. Por el contrario. La reforma lo que busca es optimizar esos recursos para que lleguen directamente a las clínicas y los hospitales y no le nieguen servicio al ciudadano para que no haya paseo de la muerte, para que le puedan pagar a médicos, enfermeras, profesionales y trabajadores”.

Otro mito es que la reforma va a estatizar el sistema de salud.

“Eso no va a ser así. Confunden estatización con control público en los recursos públicos. Los recursos públicos tienen que tener un control público. Esto no es plata de bolsillo para que manejen los dueños de las EPS o los dueños de la clínica”.

Otra mentira es que se van a acabar las EPS, como manifiestan varios congresistas y líderes de oposición.

“No se acaban las EPS, se transforman en gestoras para que las EPS ayuden a hacer lo que hacen bien: articular la entrega de medicamentos, los procesos de afiliaciones y adscripciones, ayudar a organizar la red de servicios regionales, utilizar sus sistemas de información para que el sistema funcione de manera armónica en todo el país”.

Esto “no es nada nuevo a lo que ya existe, solo queremos ampliarlo a los que no lo tienen porque tenemos los recursos para hacerlo, pero están intermediados en demasiados negocios”.

En ese sistema que propone la Reforma, el procedimiento con la EPS sería de la siguiente manera, explica Corcho:

“El usuario llama a su EPS; lo que va a decir esa EPS, que ya se llamará gestora, es: tenemos a disposición estos centros de atención primaria en salud. Escoja usted dónde se va a inscribir, porque ese centro de atención primaria es el que se va a encargar de tu salud, de la prevención, de la promoción. Tú tienes opción de escoger cerca a tu trabajo, a tu casa, como ocurre hoy”.

Luego de que le dan la cita al paciente en el centro de atención primaria, “el médico encontró que necesita un especialista. Ese centro de atención primaria en salud tiene una red que la gestora ayuda con el Ministerio a conformar para que te atiendan y te dan las opciones. Aquí hay una ventaja, es que aquí no se necesita autorización, con la orden del médico el paciente va y es atendido. Eso ya existe en los sistemas de salud del mundo”.

Con este proceso, Corcho afirma que se van a “descongestionar los servicios de urgencias de alta complejidad de cirugías, porque van a llegar a tiempo, van a estar los que realmente necesitan llegar. Para que lleguemos a esos 4 millones de habitantes y puedan tener su atención cerca”.

“No como este sistema de salud que nunca controló a un diabético, que nunca se le hizo un examen y cuando ya tiene daño en el riñón, lo que llamamos los médicos falla renal, aparece ya en el servicio de urgencias para diálisis, cuando en un sistema primario usted detecta y el médico lo puede identificar”, agregó.

Por eso, insiste la médica Corcho, en que será una transición sencilla y no va a crear el caos que otros anuncian.

“Esa transición es sencilla. El usuario que tiene hoy sus tratamientos va a mantener todos sus tratamientos. El usuario de alto costo los mantiene porque se van a seguir pagando. El cambio que se va a dar es para los que no tienen, en los que no tienen. Los que tienen, lo van a mantener”.

Una reforma de la sociedad civil y el sector salud

Carolina Corcho sostiene que esta reforma se viene construyendo desde hace muchos años con la sociedad civil y representantes del sector salud.

“Yo he ejercido la medicina en todos los niveles que pueda ejercer un médico. Muchos años con los colegas médicos hemos trabajado en esto, pero también como representante de la sociedad civil frente a la Corte Constitucional. Son muchos años viendo las injusticias de este sistema de salud, la negación de servicios, el paseo de la muerte, que no les entregan a los pacientes los medicamentos, la corrupción”, cuenta la exministra.

La propuesta de reforma al sistema de salud, recuerda, fue elaborada por “diversas organizaciones médicas de pacientes, intelectuales, científicas. Convocamos lo más elevado de la intelectualidad democrática en el ámbito constitucional, financiero, económico, jurídico, de salud, de medicamentos para presentar una propuesta mucho antes que supiéramos que iba a ganar un gobierno que tuviera la posibilidad de acogerla”.

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