Procuraduría destituyó e inhabilitó por 13 años al general (r) Rodolfo Palomino

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El Ministerio Público encontró responsable al general de la Policía, dos coroneles y un mayor por influir en un subalterno para que este cambiara una declaración.

A pocos días de que se termine el periodo de Fernando Carrillo, la Procuraduría emitió una dura decisión contra el general (r) Rodolfo Palomino. El organismo de control lo condenó a una de las sanciones más alta impuestas a un alto mando de la Policía: destitución e inhabilidad general por 13 años. La medida también cobija al mayor John Santos Quintero, quien era el jefe jurídico de la Policía mientras Palomino fue director de esa institución. Así mismo, confirmó las sanciones impuestas a otros dos miembros de ese organismo, los coroneles Ciro Carvajal y Flavio Heriberto Mesa Castro.

Este es el fallo:

Los hechos de este caso se remontan a varios años atrás. Se trata de un proceso que había reposado por largo tiempo en el Ministerio Público. En 2016, la Procuraduría había formulado pliego de cargos contra el recién retirado general, quien se desempeñaba desde 2013 como director de la Policía. El organismo lo investigaba por cuenta de las denuncias de unos sus subalternos que sostenían que en su calidad de director los habían presionado para cambiar sus declaraciones.

Concretamente los hechos de la investigación apuntaban a determinar si el coronel Flavio Heriberto Mesa Castro, quien en ese entonces era el comandante del departamento de Policía de Cundinamarca se había contactado con el coronel Ciro Carvajal Carvajal (secretario general de esa institución) para pedirle que se reunieran con otro coronel, Reinaldo Alfonso Gómez Bernal. El objetivo era presionar a este último para que se retractara de sus afirmaciones a cambio de absolverlo disciplinariamente de un proceso que tenía en su contra en esa misma entidad.

Gómez había hecho una denuncia muy grave contra Palomino. Aseguró que el general lo acosaba laboralmente. La Procuraduría abrió la investigación asegurando que Gómez afirmaba que habían “pretensiones amorosas y sexuales por parte del general Palomino hacia él, ejercicio indebido de control disciplinario dando órdenes para sancionarlo movido por pasiones sentimentales y situaciones administrativas, presuntamente, irregulares relacionadas con el ascenso de patrulleros y uniformados en la Institución”, de acuerdo con el fallo.

Hasta el momento, solo habían sido condenados los coroneles Ciro Carvajal y Flavio Humberto Mesa, a quienes en 2018 la Procuraduría los encontró responsables de una falta gravísima por cuenta de esas presiones y los inhabilitó por diez años para ejercer funciones públicas. Pero en esa oportunidad, el general Palomino había sido absuelto.

Este nuevo fallo le da un giro a ese caso. La decisión resuelve los recursos de reposición que se interpusieron contra esa providencia en su momento. Y en esta nueva revisión, la Procuraduría encuentra evidencias de que en efecto el general sí tuvo que ver con las presiones que sufrió Gómez para retirar las acusaciones contra él.

General Rodolfo Palomino, comandante de la Policía Metropolitana de Bogotá
El general Palomino contra las cuerdas
Según relata el fallo, los testimonios aportados por los dos coroneles (Carvajal y Mesa) apuntaban a que el director de la Policía siempre tuvo conocimiento de todos los acercamientos que se hicieron al coronel Gómez. El mismo Palomino fue quien les pidió que citaran al coronel Gómez a la secretaría general de la institución para escuchar su versión. La reunión tuvo lugar el 8 de mayo de 2015 y el mismo coronel Mesa hizo la invitación, aclarando que se trataba de una orden del general. Por cuenta de esto, el coronel, al sentirse en una encerrona, decidió grabar la conversación.

En esa cita, se dijeron varias cosas. Lo primero, según recoge el fallo, es que había sido muy “inconveniente” que el coronel Gómez hubiera radicado la queja contra el general. “Los participantes de la reunión le manifestaron que si él hubiera entregado ese documento directamente al general o se lo hubiera entregado a uno de ellos, se le hubiera podido dar otro manejo, que el inconveniente estaba en que lo había radicado”, dice el documento.

El General Rodolfo Palomino hizo una larga carrera en la Policía. Fue comandante de la Policía Metropolitana de Bogotá y director general de la Institución. La Procuraduría lo acaba de inhabilitar y destituir.

El General Rodolfo Palomino hizo una larga carrera en la Policía. Fue comandante de la Policía Metropolitana de Bogotá y director general de la Institución. La Procuraduría lo acaba de inhabilitar y destituir.


El coronel Gómez, según la Procuraduría, “empezó a notar que la finalidad de esa reunión era para que realizara otro documento en donde se retractara”. Y ante esa insinuación, respondió tajantemente que no. Su negativa generó sorpresa en sus dos pares, enviados por el general, quienes de inmediato le recordaron que él tenía abierta una investigación disciplinaria en la entidad y que ese asunto podría complicársele. En la reunión estaba el coronel Carvajal, quien además era al que le correspondía sustanciar el proceso contra Gómez. Este último, según asegura el fallo, contestó que a él lo único que le interesaba era que su queja siguiera su curso.

En medio de la extensa conversación surgió una petición adicional y era que Gómez debía modificar el escrito de su queja “específicamente en su referencia a un presunto acoso sexual” y que sino la vía no era modificarlo, lo mejor era que se retractara del todo.

Ante esa propuesta, uno de los asistentes dijo que modificar el escrito entrañaba cometer un ilícito. Gómez, presionado, dijo que si la vía que veían era retirarlo que lo hicieran. Ante eso, el coronel Carvajal le respondió que el sistema tenía una trazabilidad y que mejor presentara un nuevo texto. Después de cierta discusión, Gómez finalmente accedió, aseguró que haría un nuevo documento y que se los entregaría al día siguiente. Y en efecto, cumplió su palabra.

Varios asistentes a la reunión le confirmaron a la Procuraduría que una vez esta se terminó, fueron a contarle todo al general Palomino. “Le informamos a mi general […] le expresamos que el coronel Gómez acogiendo la sugerencia que se le hizo y de conveniencia institucional iba a presentar un segundo escrito de alguna manera presentado excusas”, le dijo el coronel Carvajal a la Procuraduría. “Acompañé a mi coronel Carvajal a informarle el tema de la reunión a mi general”, agregó el mayor John Quintero.

El coronel Gómez, por su parte, le entregó a la Procuraduría el audio completo de la reunión.

La Procuraduría asegura que los miembros de la Policía que asistieron a esa reunión “emprendieron toda una estrategia defensiva para lograr que el teniente coronel Gómez se retractara del contenido del escrito inicial puesto que maltrataba la imagen institucional y la del general; razón por la cual, la reunión se efectuó con el propósito de lograr la elaboración de otro escrito que le restara efectividad al anterior”. Y que en el proceso se demostró que a cambio le ofrecieron absolverlo en una investigación disciplinaria en su contra que cursaba en ese momento en la Policía y que en efecto le cumplieron pues el mismo Palomino en una decisión de agosto de 2015 lo absolvió. El fallo agrega que todos los partícipes eran conscientes de que lo que estaban haciendo era irregular.

El general (r) Rodolfo Palomino utilizó su poder como director de la Policía para presionar a un coronel a que se retractara de una acusación en su contra.

Frente al general Palomino, la Procuraduría llega a conclusiones que soportan la dura sanción que le impusieron. Por un lado, el organismo asegura que “en calidad de director general de la Policía Nacional, una vez conoció el escrito del 5 de mayo de 2015, buscó una solución que él mismo reconoció en sus salidas públicas ante los medios de comunicación que no era adecuada”. Agrega que de acuerdo “con la estrategia emprendida” ordenó hacer esa reunión para escuchar al teniente coronel Gómez y “tratar de lograr” que este elaborara un nuevo escrito que restara efectividad al anterior.

El general hizo esto, según el Ministerio Público con el fin de “solucionar el inconveniente que podría darse para la afectación de su reputación si dicho documento se daba a conocer a la opinión pública”. Y que a cambio le ofreció favorecerlo en un proceso disciplinario, tal y como ocurrió en un proceso en el que él tenía un enorme interés y no se declaró impedido.

Por cuenta de todo esto, la Procuraduría asegura que “quedó demostrado, en grado de certeza, el cargo que se le imputó al general”. Palomino terminó así destituido e inhabilitado por 13 años, una de las sanciones más fuertes que un hombre que ha ocupado la dignidad de dirigir la Policía ha tenido en la historia.

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